¿Por qué me gustan los yogures?

Si son faltos de cuerpo, de sabor , y aún así dejan un regusto amargo, y no llenan como otros postres… Piensas en cómo reacciona alguien ante un yogur , y todo el mundo los come, hasta que te haces mayor y por alguna razón dejas de tomarlos. Aunque eso es lo que crees, porque a todo el mundo le gusta de vez en cuando tomarse un rico yogur con trozos, o con muesli, o finges que responde a alguna necesidad fisiológica. Cuando en realidad lo que pasa es que simplemente a veces te apetece uno. No lo cuentas , vas variando de gustos helados, cuajadas, flanes, en realidad modas y bombardeo de anuncios, de lo que es más sano, mas apropiado, o mejor que tomes.. y un día vuelves a la cámara frigorífica del súper y coges yogures sin más

SER FELIZ

Cuesta tanto! He pensado siempre que no se puede , que en realidad la felicidad sólo es un momento de vez en cuando de plena satisfacción, pero no una constante. Pero dónde esta la forma? por qué entonces ves a gente por la calle sonrientey "feliz"? por qué escuchamos en los medios gente que se declara abiertamente" feliz"? y sinembargo otra gente dice que nunca ha sido feliz, o no recuerda la última vez que lo fue. Yo creo que es una cuestión de exigencia personal , la gente que se exige mucho, o espera mucho de la gente, de las cosas, de los días en general, nunca es feliz, siempre hay algo que les falla. Entonces hoy al levantarme, y darme cuenta de que tengo todo el día para mí, y que puedo hacer todo cuanto quiera, he decidido que SOY FELIZ!

mira hacia otro lado

Me gustaría no tener miedo, no evitar el tema, no abrumarme… Me aterra no saber que habrá, pero más me aterra que haya algo. En verdad lo que más miedo me da es el para siempre, es mucho tiempo, es para siempre! Coño es que nadie se da cuenta? es que a nadie se le encoge el estómago al pensarlo? Pero bueno, ahora miro hacia otra parte , pienso en cualquier cosa terrenal, porque por más que quiera es mi tema tabú, y me evado en mi mente, con cosas que no se vayan a posponer más de un mes, o un año. Y veo a la gente pasar con sus vidas, sufriendo , disfrutando, centrándose en lo que saben, por miedo a preguntarse, lo que no quieren saber. Y así yo misma me confundo con mi rutina, y evito pensar en la eternidad.

MUDANZAS

A fuerza de mudarme
he aprendido a no pegar
los muebles a los muros,
a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar las huellas
de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula,
que dejo en su lugar
aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo
sin limpiarlas,
entro en la nueva casa
tratando de entender,
es más,
viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza
se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos
nunca mueren.
Cuando nos vamos,
cuando dejamos otra vez
los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón
o un estropicio
que no supimos resolver.

Asi se puede resolver para mi la vida, un constante ir y venir en corazones ajenos , que no nos pertenecen y no tenemos derecho a cambiarlos. Pues del mismo modo que llegamos un día habremos de marcharnos

La curiosidad mató al gato

Tengo que aprender a comprender la física, para poder manejar sus leyes. Cómo puede la inercia impedirme dar el primer paso , y sin embargo una vez dado esa misma inercia me guía, como un embudo a recorrer el camino hasta el precipicio.
Y si bien no comprendo la física, si puedo discernir que mi curiosidad me lleva siempre a forzar esa inercia, y a necesitar conocer que hay al final del precipicio. Y como no puede ser de otra manera al final del precipicio hay un abismo , pero yo ya he llegado.
No hay magia de la que no quiera saber el truco. El problema es que si lo que hay es lo que ves, y lo que no ves no paras hasta verlo, qué te queda? La realidad ardua y sin misterio, y ya no hay vuelta atrás…

No hay misterio que no se pueda descifrar, ni decepción tan grande como haberlo hecho..